El año pasado ya actuamos en la Caseta de la Juventud y fue una experiencia sencillamente inolvidable. Pasamos muchos nervios, mucho agobio, mucho estrés... pero desde luego mereció la pena. El resultado fueron unos 20 minutos de actuación continua sin dejar el escenario solo en ningún momento y con muchos cambios de vestuarios. Supuso un verdadero reto para nosotras pero, por supuesto, más que superado.
Este año haremos tres actuaciones diferentes, más una de nuestras medianas (que sí que actúan por primera vez), de nuevo combinando estilos muy diferentes. Esperamos poder volver a sorprender, aunque me conformaría con pasarlo la mitad de bien que el año pasado.

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