Tengo que decir que lo hicieron de maravilla y que, finalmente, el cambio de ropa exprés salió justo a tiempo para dejarlas continuar con la actuación. Se merecen toda nuestra admiración porque, a pesar de ser tan pequeñas aún, fueron con un solo ensayo a la actuación y a la vista está que nos les hizo falta más!
Como anécdota graciosa os diré que las mayores casi nos ahogamos detrás del biombo en el que se cambiaron, que llegó un momento en el que tuve miedo de no ver a mis dos niñas a las que tenía que ayudar... ¡Ni el presentador podía parar de reír viéndonos! Damos espectáculo hasta detrás del escenario. Espero que para la próxima vez no nos pongan el sitio para cambiarnos justo delante de la máquina de humo... Gajes del oficio, y del directo, por supuesto.
Como foto final os pongo lo que por fin puso nerviosas a las niñas. Cualquiera diría que iban a bailar por primera vez allí, en un escenario espectacular y con cambio de ropa sobre la marcha en cuestión de segundos.
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