martes, 24 de septiembre de 2013

Vuelta al cole

Después de un tiempo de parón por motivos de estudios (maldito septiembre) hemos vuelto por fin al trabajo. Qué alivio acabar una época tan mala como son los exámenes y volver al gimnasio a disfrutar, a charlar, a ponernos al día y sobre todo, a volver a compartir tiempo con tu grupo. De verdad que ya era cuestión de necesidad, NECESITABA volver a bailar.
 
Hoy ha sido un día muy movidito: a la vista hay nuevas actuaciones, por supuesto, pero hay muchos otros cambios. Sinceramente, no sé cual de ellos me ha gustado más. Ya iré contándoos a medida que vayan saliendo, todo a su debido tiempo. Pero desde luego que nos espera una temporada de lo más entretenida y variopinta, todo hay que decirlo.
 
Además, hoy hemos tenido la vuelta de alguien que en su momento tuvo que dejar el grupo y que, de corazón, me alegro mucho de que vuelva a estar con nosotras, siempre será un placer compartir escenario con ella. Los que no la conocéis sabréis a qué me refiero en cuanto la veáis bailar, que será dentro de poco.
 
La otra adquisición del grupo nos ha dejado boquiabiertas, porque de verdad pensaba que no se podía ser tan pequeñita y tener ese arte bailando, bueno, ¡y esa memoria coreográfica! Siendo el primer día que está con nosotras ya se ha aprendido un baile que no era precisamente fácil ni lento. A pesar de la diferencia de edad, ha estado al mismo nivel que el resto del grupo y espero que siga avanzando a ese ritmo porque va a ser muy grande (aunque ya la aleccionaremos para que no nos quite el puesto a las viejas del grupo...). Es sencillamente genial. Igual que el baile que, por supuestísimo, nos hemos aprendido entero hoy y que creo que son de los que suelen gustar con una canción de esas que se te pegan para toda la semana.
 
Siento mucho el parón de estos días pero es lo que tiene la doble vida, sin embargo, a partir de ahora, a volver a trabajar y a darlo todo. Y a las dos rubias que se han incorporado hoy: ¡¡Bienvenidas a nuestra pequeña familia!!

jueves, 5 de septiembre de 2013

Sánchez Pizjuán

Esta ha sido sin duda una de las mejores experiencias de mi vida. Una oportunidad de esas que no sabes de dónde ha salido y por qué te ha pasado a ti pero que, un día sin venir a cuento, ahí está.

 
 
Sí, actuamos en el Estadio Sánchez Pizjuán.
 
 
 
Gracias al Mago Javi Cruz y su ayudante Ana llegamos al estadio en el partido solidario Champions for África organizado por UNICEF en homenaje y despedida a Kanouté. Aquí no éramos bailarinas, éramos ayudantes de mago, algo totalmente nuevo para nosotras y que desde luego resultó una tarea bastante difícil.
Actuar en un estadio de fútbol es algo muy bonito pero que también produce mucha histeria: ¿Cómo voy a hacer esto delante de tanta gente?, ¿Por qué no dejan de gritar? No escucho la música y no sé por dónde voy, ¿Y si el tablón no encaja?, esto necesitaba más ensayos, ¿Y si tropiezo en el césped delante de tanta gente?, Estoy saliendo en directo en La Sexta... En fin, millones de cosas que se nos pasaron por la cabeza. Sobre todo cuando, en mitad de una música que no tenía ningún cambio de ritmo (teníamos que ir contando para no perdernos), nos reunimos y descubrimos que cada una iba contando por un lado diferente, nuestra cara fue un poema. Ahora tocaba volver a las posiciones sabiendo que cada una iba a hacer lo que "creía que venía en ese tiempo". ¡Que tiemble el estadio!
 
Al final salió bien y, a pesar de que en un estadio hay visión por todos los ángulos, la aparición de nuestras dos chicas pareció posible solo, por arte de magia.
 
Aunque el viajecito se hizo un poco largo (y más escuchando a Auxi cantar), lo pasamos muy, muy bien y fue una experiencia, rodeada de gente inolvidable, que siempre vendrá con nosotras.